lunes, 18 de agosto de 2014

Andrés Pérez Estaún




¡Cómo no me voy a emocionar recordando a Andrés, si soy lo que soy en buena parte gracias a él! Tal vez sólo debería quitar mi chulería, el hablar fuera de tiempo y lugar, mi mala hostia, mis arrebatos, mi deambular y mi pensamiento espiralado, como él lo llamaba, como algo propio, el resto todo creció, se formó y aprendió de la influencia que él tuvo en mí.
Yo conocí a Andrés en el año 1985, por aquél entonces ya había hecho algunas oestes al Naranjo y estudiaba tercero de geología en la facultad de Oviedo. El coordinaba el examen de campo de la asignatura de Cartografía Geológica, que lo hicimos cartografiando entre el cruce de Pedrosa hasta las Hoces de Vegacervera. Mientras íbamos a pasar a limpio la cartografía caminaba junto a él y le dije que no tenía mucho sentido ese examen porque cuando trabajara si tenía dudas preguntaría a alguien que supiera resolvérmelas a lo que él me contestó que cuando trabajara seguramente estaría sólo en el campo y dependería del conocimiento y oficio que tuviera que esa cartografía estuviera bien o no aportara nada. Después pasando el examen llamó la atención al resto de profesores que estaban degustando las truchas de Getino mientras los alumnos estábamos trabajando y les dijo que hasta que no acabáramos nosotros ellos tampoco habían acabado. Eso me llamó la atención.
En quinto lo tuve como profe de prospección y de tectónica comparada. Todo el entusiasmo que con los años de estudiante había perdido por la geología los recuperé de golpe atendiendo sus clases día a día. Sin duda mi mejor profesor. Supo transmitirme la pasión por la geología a mí y a todos los que le escuchábamos. Te demostraba como el trabajo y el placer a veces puede ser la misma cosa. Por eso al acabar la carrera, cuando tuve que adelantar su examen y hacerlo sólo porque me iba a hacer la mili a Alicante, al finalizar el examen y entregárselo, sin ánimo de “peloterismo” sino con admiración y gesto de gratitud, le confesé que había sido un placer tenerle como profesor y que él había sabido reconducir mi vocación geológica. El me respondió que yo debía seguir estudiando y hacer el doctorado. No sólo me convenció, sino que mientras estaba en las milicias en Alicante él se encargó personalmente de matricularme de los cursos de doctorado y así se inició mi carrera académica. Ese fue el principio de nuestra amistad.

Desde esa época empezamos a entablar una amistad tan auténtica que yo nunca necesité que él escalara, ni él que yo fuera un gran académico para que todas las semanas habláramos por teléfono de geología, la familia, la montaña, las mujeres y últimamente de nuestras dolencias. Padrino de mi hija, yo vi crecer a sus hijos Guille y Bea, hicimos juntos el traslado de sus cosas del piso de Comandante Vallespín al de Ería donde inició una relación con su segunda mujer y mi gran amiga Arianne, 20 años más joven que él y quién fallecería 13 años antes que él consecuencia de un cáncer cruel. Juntos la lloramos, mientras en su última voluntad, ella me decía que le buscara pronto una novia…que Andrés no podía ni debía estar sólo.

Andrés fue grande como profesor y Académico, ampliamente reconocido por sus colegas científicos nacionales e internacionales por su aportación a la geología estructural y la tectónica. Pero sobre todo era una persona querida por su personalidad, el primero en levantarse a hacer la barbacoa, a lavar los platos. Caminante incansable de la cordillera atender a sus explicaciones geológicas en el campo, era como estar ante una interpretación magistral de lo que la tierra había hecho de las montañas que teníamos delante de los ojos desde su creación y ver como una animación en vivo de la historia de la Tierra.

Aunque se emocionaba con los reconocimientos profesionales que tuvo…., cuando se marchó a Barcelona como Profesor de Investigación, cuando lo nombraron miembro de la Real Academia de las Ciencias, nunca le importó ayudar desinteresadamente a quien se acercó a él pidiéndole ayuda “geológica” y por supuesto humana. Tenía un profundo “terror” a ser demasiado feliz. Tal vez por eso cuando estaba en estado de gracia, no se quedaba saboreando la fiesta hasta el final sino que salía “corriendo”, aunque no hacía caso del dicho que nunca has de volver a los lugares donde has sido feliz, porque en cuanto tenía oportunidad se venía para Asturias y Ponferrada le encantaba.
Su faceta de “gentleman” era también su principal gancho con las mujeres, no sólo sus ojos azules y aspecto de armenio de la región de Cachemira, aunque en realidad sus raíces eran mañas…de Villareal. Un caballero que con su sapiencia sobre todo encandilaba los oídos de quien lo escuchaba, pues no era pedante sino de una profunda vocación docente e ilustradora. Sabia de Geología, pero también de Historia, de Arte de Literatura, conocía el paisaje pero también todo lo que había que saber sobre el paisanaje. Nunca perdía al Trivial. 

El marcó, marca y marcará profundamente mi vida y me llena de orgullo haberle podido conocer, haber sido su amigo en lo bueno y en lo malo y haberle tenido de ejemplo en tantas cosas.
Ahora son momentos tristes en los que toca digerir una gran pérdida, a veces con un nudo en el estómago, a veces con los ojos llenos de lágrimas, pero siempre con una gratitud infinita por haber tenido la gran suerte de conocerle y de compartir con él todos estos años de auténtica amistad. Grande Andrés….muy Grande. Ahora en lugar de llamarnos por teléfono para acabar trabajos, para ver cómo va todo…para coordinar nuestro tiempo libre y volvernos a ver, pasarás a ser una de las estrellas a las que miro las noches en las que en el cielo brillan mis buenos amigos que ya no los volveré a disfrutar.

Meteoasturias mañana y tarde

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Riesgo de aludes

En YouTube podéis ver videos espectaculares de avalanchas y aludes de nieve relacionados con el tema para que veáis que el tema cuando está chungo hay que ir con mucho cuidado...La vida es lo único que realmente poseemos.

Riesgo de aludes comentado

Cross Telegrafo 2009

Economía del crecimiento y obsolescencia programada

No me voy a calzar un rollo socio-económico a cerca del absurdo sistema que hemos creado entre todos para el interés de unos pocos y la desgracia de todos (ya hay mucho y bueno en la red para informarse, sólo tenéis que utilizar el título de la entrada como búsqueda). Simplemente voy a decir que No me gusta y como No me gusta que me obliguen a consumir más para seguir “creciendo y así salir de la CRISIS” y no me gusta comprar en tiendas que luego no se responsabilizan de los productos que venden. Voy a convertir esta entrada en una página de denuncia (que espero vayáis incrementando vosotros) en las que pondremos productos que cuesta más su arreglo que uno nuevo y tiendas con una atención al cliente deficiente o nula.

No es simplemente el derecho al pataleo. Es que lo que no se denuncia se acaba enquistando en el sistema….en NUESTRO SISTEMA.

Ahí van los primeros de la lista (que sirvan de modelo para como podéis denunciar aquí casos similares para que todo el mundo lo sepamos):

Producto:

Cámara digital Sony Cybershot DSC-W200

Antigüedad: 4 años

Incidencia: la pantalla manda un mensaje de apagar y volver a encender la cámara (no deja tomar fotografías) Fallo: al parecer de la fuente de alimentación o la placa base????. Intenté repararla en tres establecimientos de informática.

Establecimiento de venta:

Morés: una empresa de artes gráficas fundada en 1977 en la calle Viaducto Marquina (Oviedo, España).

Motivo: Resolvieron el problema diciéndome que contacte yo directamente con los servicios técnicos de Sony?????.


p.d: podéis mandarme vuestras experiencias como comentarios que yo las trasladaré a la lista. Gracias

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