Cuando atraviesas la península de extremo a extremo es casi imposible no pasar por Madrid, capital del reino y uno de los centros urbanos mas importantes de la península. Esto suele ir parejo con aglomeración urbana, atascos, stress etc. Por eso para los amantes del monte suele ser sinónimo de sitio a evitar. Pero de vez en cuando hay que saltarse los perjuicios y las ideas preconcebidas y lanzarse a la piscina de la aventura. Tenía dos buenas excusas: através del blog había contactado con dos buenas amigas Bea y Mina dos adictas a Factor g y las endorfinas, que como yo habían pensado en correr el Memorial de Bustarviejo, campeonato de carreras de montaña de la Federación Madrileña y tercera prueba nacional de deportes de montaña para ciegos; Así que el viernes al terminar el Master en Oviedo a las 6 p.m puse el coche rumbo a Montejo de la Sierra???? Montejo de que????....
Ese mismo día por la mañana había pasado por el despacho mi viejo amigo Pablo Valverde, quien había hecho su tesis doctoral por la zona y me recomendó alojarme en el Hostal el Hayedo de Montejo de la Sierra; Pueblecito de la Sierra Pobre madrileña. Nos quedaba un pelín a desmano pero a priori siempre me fío de los colegas…y ¡tenía razón!. Un hostal de pueblo como yo, regentado por gente de pueblo como yo, que cocinaban de la hostia y con quienes se podía tener una conversación más allá del futbol y los toros…
El sábado por la mañana marchamos con calma de reconocimiento técnico por la zona a ver que se podía hacer. Estábamos a 20 km de la Cabrera, a 35 km de Bustarviejo, a 45 km del Vellón y a aproximadamente la misma distancia de Patones. No estaría mal, si no fuera porque había estado lloviendo toda la noche y por la mañana seguía lloviendo intermitentemente…..Encima al llegar al coche vimos que alguien lo había ocupado por la noche…, No tuvo ni que abrirlo, pues como estoy empanao, había dejado la puerta de atrás abierta de par en par…, y claro con la lluvia un perruco de la zona entró en el coche, nos comió todo el fiambre y pateo de tierra todos los asientos. También los croquis de la Cabrera se habían empapados, tanto como las paredes…Así que cafetín en la pastelería de la Cabrera y a echar un vistazo a Bustarviejo.
El pueblo está a 1200 mt, como todos los pueblinos de la Sierra es coqueto y está rodeado de cumbres formadas por domos graníticos, al ver el pico al que tenemos que subir corriendo , el Mondalindo, me vuelvo a acojonar un poco, ya que desde que me había apuntado a la carrera hacía un mes, me cogí una gripe y sólo había podido entrenar con dignidad dos días…, así que siguiendo en mi línea tendría que correr siguiendo la técnica de: ¡¡¡todo por la patria!!!!…o sea a morir en el intento…. Visto el pueblo, bajamos hasta el Vellón.
Ohhhh!, sorpresa estamos a tan solo 45 km de Madrid es finde y ¡No había nadie!!!, Las vías muy chulas , aunque cortas, el paisaje muy chulo aunque pasaban con demasiada frecuencia los aviones que llegan a Barajas, la roca no patinaba tanto como nos habían comentado y lo de escalar sin gente una gozada. Ya cuando estábamos destrozados con los desplomes y los bloqueos largos del Vellón, llegaron algunos escaladores que con el mal tiempo se refugiaban también en estas pareducas de calcarenita;…Uno de ellos me conoció…y yo sin tener ni idea de quién era???….Este alzhéimer me va a matar.
Al día siguiente la carrera soberbia; Bea ganó en absoluta y Mina en Veteranas…।y yo …., Yo llegué a meta…, que no fue poco. Después de 20 km y 1300 m de desnivel positivo…Con la falta de entreno, realmente solo estaba preparado para correr con dignidad los 6 primeros kilómetros…॥ Después de una duchina en el polideportivo del Pueblo, hablamos un buen rato, nos tomamos una cervecita y nos despedimos…dejando para otro día Patones y la Cabrera, pues las patas cantaban por soleares….Y colorín colorado. ….¡Visita Madrid!....Te sorprenderá. Tal vez la siguiente carrera…, la de Cercedilla que organiza Mina y tan amablemente me ha invitado.
Ahh! se me olvidaba en las carreras de montaña he sentido mejor ambiente que en otros deportes de montaña mas sectarios…., tal vez sea porque aquí la gente cuando ve correr a atletas en la tele….sabe en que división está jugando y ese aldeanismo que caracteriza a los mejores de cada pueblo se disipa ante la realidad del crono convirtiendo a las carreras de montaña en lo que verdaderamente representan: un ejercicio de humildad ante los demás y una manera muy guapa de convertir tu cuerpo en una máquina de generar sensaciones en un entorno mágico como son las montañas….donde Factor g, seguro, seguro te va a volver a destrozar….