Tiempo de silencio

La escritura surge de la necesidad de comunicar algo a los demás que queremos que sobreviva al paso del tiempo. El gran avance de internet, en este sentido, es que llega a todas partes y permanece en el tiempo…, si no falla el servidor. Por lo tanto internet cumple sobradamente con los dos objetivos básicos de la escritura.

Sin embargo, al igual que ocurre en los soportes tradicionales, como lo que queremos que sobreviva al paso del tiempo en nuestra necesidad de comunicarnos, no pasa ningún filtro más que el de nuestro cerebro, pues escribimos todo tipo de cosas…. Y acabamos escribiendo por escribir. O sea que escribimos lo que hablamos…. Y muchas veces hablamos sin pensar lo que decimos. O peor aún, pensando que si todo lo que decimos es importante y trascendente ¿por qué no lo vamos a escribir?

En mi caso cuando escribo intento ceñirme a los dos objetivos básicos de la escritura…, tal vez por eso me cueste tanto. Desde el blog intento aportar información útil a quienes como yo se sienten atrapados por factor g y les gusta desafiarlo. Esa información está contrastada por mí, por lo tanto carece de objetividad. Es inevitable. Es más, pienso que la objetividad no existe. En ese intento de comunicación es inevitable no solo hablar del qué. Sino también del Por qué. Es tal vez cuando buscamos el por qué de nuestra locura con factor g. Cuando encontramos una explicación más global:…porque estamos vivos, porque sentimos, porque deseamos, porque soñamos, ...porque en nuestro viaje personal no paramos de hacernos preguntas acerca de todo y de todos.

En ambas temáticas me inspiro en vivencias personales, con personajes de carne y hueso más o menos cercanos….y también más o menos susceptibles de entender que el tema va con ellos. Aunque se equivocan: NO VA CON ELLOS.

Si el tema va con ellos siempre está el teléfono y ocurre lo de antes que a nadie mas que a ellos y a mi nos importa el tema. Si está en el blog es que no va de ellos, sino que son la fuente de inspiración o el anillo que me va al dedo para la ocasión. Ni más, ni menos.

¿Por qué cuento todo esto ahora?

Porque a veces es tiempo de silencio.

Porque a veces me comentan que los blogs hay que regarlos como a las plantas… que si no se mueren. O que lo que cuento es demasiado técnico…. Y no les interesa….O que tengo muy mala leche y por qué me estoy metiendo con ese??. Y cuando no me meto con nadie, pues porque no lo hago que así la cosa tiene algo más de morbo??.

….Y a veces toca callar.

Silencio para reflexionar…., ¡es tan importante reflexionar¡

Silencio, cuando lo que quería decir ya está dicho.

Silencio para escuchar.

Silencio para escuchar el silencio

Ayer por la tarde, aprovechando que el Aramo seguía con su manto blanco, cogí los esquís y me subí arriba. Y como el viento había sido fuerte había una visibilidad fantástica. Me di cuenta por primera vez que podía ver con toda claridad la línea de la costa Cantábrica a mas de 50 km de distancia. Entre el Aramo y el Cantábrico, veía primero el embalse de los Arfilorios , más allá Soto del Rey, después Oviedo, Llanera, al Este Pola Siero y por detrás La Peña Careses y el Alto de la Madera, mas allá Gijón….y mas allá los puertos del Musel…y hacia el Este Villaviciosa y la línea de costa seguía serpenteando hasta llegar a los mismos Urrieles. Separando tierra y mar…¡Acojonante!.

Estaba sólo. No tenía batería en el móvil, así que si me daba un cañonazo con la nieve papa que había, o salía yo por mis medios o no se enteraba ni el tato. Sin embargo subí y subí hasta que la nieve era tan vertical como la roca que tenía detrás y no pude subir más. Entonces eché un últimos vistazo a mi alrededor quité las pieles de los esquís, apreté los ganchos de las botas, disfrute del silencio que me rodeaba…y me tiré ladera abajo cual poseso. De regreso al coche: escuche de nuevo el silencio….

Silencio amigos.