La piel de cebolla

Ayer después de comer puse el yellow submarine rumbo a Segovia. Tenía la intención de correr mi segunda prueba de humildad en playeros de este año: el cross del Telégrafo. Mientras conducía escuchaba la radio y escuche a un sabio de esos tertulianos decir algo que me parecía una gran verdad acerca de la crisis. Decía que ya estaba un poco harto de hablar de ella en términos macroeconómicos que si las subprimes que si la burbuja inmobiliaria, que si el fraude financiero, y que frente a todo eso los políticos solían hacer grandes proclamas en busca de grandes soluciones…. El no creía en ese refrán tan manido de que “a grandes malos, grandes remedios”. Mas bien era de la idea de que pequeños cambios en las economías domésticas en las actitudes cotidianas, podían ser las soluciones que finalmente ayudaran a cambiar el ciclo. Yo soy de la misma opinión pero extendido a casi todo. Cuando vamos en busca de la felicidad, esta no existe como tal sino que pequeñas sensaciones buenas puestas todas juntas te pueden conducir a un estado de euforia emocional….y eso fue lo que me sucedió a mi. El viernes me enteré de los buenos resultados médicos de un colega y eso me levantó el ánimo. El sábado por la mañana me acerqué a Quiros un día radiante y vi a otros dos colegas que hacía tiempo que no coincidíamos. Después me toco marchar sólo para Segovia…, me daba un poco de pereza pero pensé que sería una buena ocasión para contactar con mi primo Miguel, al que no veía desde la muerte de mi padre.
Fue todo un acierto, cuando llegue a Segovia, subimos hasta la Granja y allí a la fresca tomamos un refrigerio mientras hablábamos y hablábamos de la familia, de nosotros, de nosotros y la familia, de nuestro abuelo, de nuestras madres y tías…. En fin, que fuimos a cenar y nos dieron la 1 y media de la mañana con lo que de repente me entró la prisa por dormir pues tenía que levantarme a las 7 para marchar a Cercedilla.


Cercedilla con el camín de subida al Telégrafo al fondo (800 metros + de desnivel)

Las fotos de la presentación son de Gustavo Palacios

Al llegar me inscribí y me cambié, empecé a calentar y en seguida me encontré con Bea que estaba también calentando, al poco apareció Pablo, un madriles que conocí en la carrera de Bustarviejo y ahora además de ser colegas nos tomamos de referencia para ritmos de subida y bajada. La carrera una gozada: desde Cercedilla sube un camín serpenteando la sierra de Navacerrada entre pinos, sombras y regatos. Tras unos 8 km de subida llegamos al Telégrafo que es un monte sin más, que hasta tiene un remonte de esquí. Bajada por la misma senda y tras una hora y cuarenta minutos concluyo la carrera. Esta vez he podido entrenar algo y mejoro sustancialmente respecto a la de Bustarviejo. Luego me encuentro a Mina la organizadora que me había invitado a participar….y claro cervezona, risas y bla bla bla….me prestó un montón.

Pablo, mi rival a batir: el decía vamos gallego.., yo decía ahí tamos madriles...

Después de nuevo enchufo el coche rumbo al Norte. Suenan los dioses…ya sabéis: ACDC, Deep purple, Metallica y como no Dire Straits…Pienso en las pequeñas cosas como en una piel de cebolla: un montón de pieles superpuestas hacen que exista la cebolla y no al revés. Las de adentro mas tiernas, las de fuera mas secas…pero sin juntarlas todas no hay cebolla….

Iba yo en estos trece cuando llego al peaje del Huerna, y diez euracos…!Diez €!, aún me acuerdo que hace nada valía 6 y que después hablaban de quitarlo. Claro que después de que el gochu ese que estuvo de ministrin de fomento cuando iba a dejar el ministerio prolongó el peaje 50 años mas…!50 años¡, que favor estaría pagando ese hijo de mala madre….Después lo de siempre Aucalsa la vendieron a una empresa privada con capital creo que holandés o no sé de dónde. Me da igual, me da vergüenza que estas cosas pasen y me da vergüenza como Asturiano de adopción…Así que toda mi cebolla se fue quedando sin piel por el cabreo que iba agarrando…cuando veía la autopista del Huerna hecha un asco y llena de radares en los límites a 80 que los camiones cargados de ferralla no pueden respetar por las pendientes brutales de la autopista…¡10 euracos!!!. Entonces tuve pensamientos también para Gabino y sus lacayos de la policía local enganchando coches por doquier para recaudar y así el ayuntamiento salir de pérdidas….

Buff, menos mal que de repente apareció Ubiña con sus neveros aún preservados y los hayedos, y el verde Asturiano y recobré otra vez la sonrisa en la cara: Un buen fin de semana: Si señor.